Una inspección rutinaria por parte de la aduana belga dejó detenido durante 10 días un contenedor de 40 pies de un determinado comerciante de muebles, simplemente porque la "mesa de comedor de madera sólida" fue clasificada como "componentes de muebles" (con un código HS incorrecto) durante la declaración aduanera, lo que desencadenó un control de dumping antidumping. Más de 80,000 casos similares ocurren cada año en la Unión Europea. Desafíos más complejos provienen del Nuevo Acuerdo Verde: a partir de 2026, la UE exige una reducción del 40% en las emisiones de carbono de los contenedores marítimos. CMA CGM ya ha puesto en operación 20 buques contenedores impulsados por metanol, con el costo de cada buque siendo 1.8 veces superior al de los buques tradicionales. Un exportador de calzado ha hecho las cuentas: transportar 100,000 pares de zapatillas deportivas desde Guangzhou hasta Rotterdam utilizando un buque propulsado por GNL, aunque el costo del flete aumenta en $8,000, puede obtener una reducción de $12,000 en la "tarifa verde" de la UE, ahorrando costos en última instancia. El cumplimiento ya no es un artículo de costo, sino que se ha convertido en un punto de apoyo para la competitividad.